El teatro emana magia a diestra y siniestra, pero también la emana de manera diferente para unos que para otros.
A los espectadores, está magia les envuelve en cuanto atraviesan la puerta de entrada del teatro, la atmósfera es diferente, hay un olor extraño en el ambiente, un olor a santuario del arte, algo que no se puede comparar con otro olor conocido, por eso no tiene otro nombre que no sea ese. La luz tenue que invita a relajarse y a dejarse poseer por ese romanticismo que emanan las magestuosas cortinas del escenario, las lámparas clásicas y el espacio imponente, y la butaca que nos invita a entregarnos, a dejarnos caer para concentrarnos en la obra y dejarnos transportar a otros mundos, como si nos concedieran el don del viaje en el tiempo o a través de las dimensiones.
Para los otros.. para los actores.. esa magia, es vida...
feliz dia del actor con un abrazo gigante y todo nuestro afecto !!!
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