Taller Teatro...Plaza Padilla



Durante Enero y Febrero se llevaron adelante los entrenamientos teatrales con musica en vivo a cargo de Padua y el Viejo.

Noche de Carnaval




En cada febrero suenan los latidos del carnaval,
salgamos a la calle y compartamos una noche de fiesta y alegria!

Noche de Carnaval
Sabado 21 de febrero 19hs
Estación Padilla (Tren Belgrano Norte)
Bernardo de Irigoyen y Lavalle


Murgas
Los Firuletes de Pompeya
Los Pegotes de Florida
Concurso de Disfraces
Niños, y no tan niños! venganse con su disfraz que algo se llevaran!
Bandas en Vivo


No te la podes perder!
Los esperamos a todos!
Y vengase a disfrutar!

Organiza- La Galpona, Centro Murga los Pegotes de Florida, Trillados

Corre la Voz!!!

El CArnaval Prohibido

Esta tarde, como en los últimos años, las murgas independientes van a marchar de Congreso a Plaza de Mayo por la recuperación del feriado de carnaval. También se realizarán movilizaciones similares en diversos puntos del país exigiendo la derogación del decreto decreto 21329/76, entre otras consignas que apuntan a la recuperación del carnaval, una fiesta popular milenaria cuya historia vale la pena empezar a conocer.

Murgas Independientes marchando por el feriado de carnaval
Uno de los tradicionales festejos universales más antiguos de la historia de la humanidad, persiste hoy, a pesar de las prohibiciones y ataques de parte de las autoridades. Desde las antiguas leyendas del dios momo expulsado del olimpo por sus burlas hacia lo establecido. Desde los incontrolables festejos en la edad media y sus ataques a los monarcas. El carnaval tiene sus distintas versiones y tradiciones adaptadas a sus poblaciones originarias y también migrantes. En distintas partes del planeta también atraviesa distintas resignificaciones, algunas completamente contaminadas por el mercado y vaciadas de contenido, en otros casos, solo parcialmente y también en otros se sigue luchando por mantener o recuperar esta tradición de crítica y expresión popular.
Esta nota no va a promocionar viajes turísticos a espectáculos comerciales, ni a mostrar exuberantes cuerpos emplumados bailando sobre ostentosos carruajes. Simplemente es una breve reseña para conocer solo una muy pequeña parte de esta tradición con miles de años de historia, y concentrada en nuestro territorio. Es que hoy y mañana no se debería trabajar como cualquier día hábil, ya que es carnaval y los lunes y martes de esta semana, 40 días antes de semana santa, deberían ser feriados, lo que supone, además de la censura a los festejos, un abuso a todas las trabajadoras y trabajadores de este país (salvo los empleados del gobierno de la ciudad, que gozan de un “asueto”, que igualmente puede ser derogado en cualquier momento por el gobierno macrista, el mismo que lo impulsó como medida demagógica hace 5 años, desde sus legisladores durante el gobierno de Ibarra), con algunas gratas excepciones como Jujuy, y algún municipio aislado en el interior de la provincia de Buenos Aires, en donde se respetan los feriados.
Hay una enorme y rica historia de los carnavales en Latinoamérica, que resultaría imposible contar en un artículo, también en el Río de La Plata. El carnaval Rioplatense está muy ligado al candombe y a la murga (tanto en su versión argentina como en la uruguaya), con influencias negras y europeas. En el interior de Argentina están muy presentes tradiciones folclóricas originarias, que desde las migraciones, se han hecho presentes también en Buenos Aires.
Algunas tradiciones rioplatenses cuentan con elementos de la época colonial, en donde la historia se mezcla con las leyendas, vinculadas a los esclavos y sus momentos de recreación, en donde lo tribal se mezcla con la crítica y la burla hacia sus amos. En las murgas porteñas, están presentes en los trajes de raso, cuya leyenda recuerda a negros esclavos que utilizaban las levitas de sus amos pero al revés exhibiendo el raso que esos trajes tenían en su interior. Sus pasos de baile recrean distintas situaciones: algunos pasos simulan en andar encadenado de los esclavos, los tres saltos (3 por los 30 latigazos, un castigo muy común en aquel entonces), el intento de sacarse las cadenas, y la matanza, el momento de mayor liberación. Los maquillajes y las máscaras, presentes en ambas orillas del Río de La Plata y en muchas otras partes del mundo, mas allá de lo pintoresco, representan y recuerdan a aquellos festejos en donde los esclavos, en esos pequeños momentos de libertad, ocultaban sus rostros detrás de los maquillajes para poder criticar a los poderosos y sin ser reconocidos y evitar posteriores castigos.
En el año 1871, ante una epidemia de fiebre amarilla que tuvo lugar en ese entonces, el diario “La Nación” en su edición del 11 de febrero de ese año alertaba que “Las comparsas se habían convertido en procesiones fúnebres y el pueblo aterrado huía de la ciudad, que parecía conducida a un total exterminio”. A partir de esta terrible epidemia se incorporó a las murgas, como símbolo de la oleada de muerte, la representación de la muerte objetivada en la figura de la calavera con la daga.
La intervención estatal y comercial como elemento de dominación
Existen numerosas estrategias de cada gobierno para controlar y “permitir” el festejo, de eclosión de emociones. Algunos de ellos están documentados en diversos documentos oficiales (edictos policiales, crónicas periodísticas y solicitadas públicas) que, pueden demostrar la voluntad de los diferentes gobiernos de cada época, de controlar, pero también de sancionar esos festejos restringiendo la subversión del orden durante unos días para que permanezca vigente el orden los demás días del año. Una tradición de control y sanción por parte de las autoridades, que acompaña a estos festejos desde la Grecia antigua y ha contado con su versión local en el Río de la Plata en distintos momentos de la historia. Ya en 1770 durante el Virreinato del Río de La Plata, los carnavales ya eran foco de la atención oficial, dado que se trataba de festividades protagonizadas principalmente por los negros esclavos. Estas fiestas eran consideradas “escandalosas”, groseras, desenfrenadas; por lo tanto el Virrey Vértiz, quien detentaba en ese entonces el Gobierno de Buenos Aires, promulgó un bando por el cual establecía la prohibición de dichos festejos, con un castigo de 200 latigazos a quien intente llevarlas a cabo mediante “los bailes y toques de tambor”. El carnaval fue proscripto mediante dos órdenes reales de Carlos III, el 7 y 14 de enero de 1773, alegando que nunca “habían sido permitidos, y que debería dominarse el “escandaloso desarreglo de costumbres” que se estaba produciendo en la ciudad de Buenos Aires, gracias a los festejos carnavalescos.
Sin embargo, ya en ese entonces se aplicaban distintos dispositivos de control que no se limitaban solo a la prohibición y represión. “La Ranchería”, es un galpón de madera y paja inaugurado en 1783, en un principio para exponer obras teatrales, en la actual esquina de Perú y Alsina, en dónde posteriormente se realizaron bailes de carnaval luego de que Vértiz los autorizara nuevamente, algunos argumentos para justificar dicha autorización están ligadas a “poder controlar dichos festejos”. En la época del virreinato los carnavales fueron foco de atención de los distintos actores de la escena del poder en esos días. Por un lado, se convirtieron en un objeto de interés en la puja por el poder entre la corona y el Virreinato; por otro, se transformaron en “un ámbito de disciplinamiento de las almas y los cuerpos”.
Actualmente, también existe esta doble modalidad, en donde se combinan las prohibiciones directas con los controles y sanciones parciales, así como también los intentos de “cooptación” de dicho festejo por parte de punteros políticos y gobernantes. Desde el primer corsos en Buenos Aires, que tuvo lugar en 1869, en la calle Hipólito Irigoyen, entre Bernado de Irigoyen y Luís Sáenz Peña, existieron numerosas situaciones de festejos, controles, prohibiciones y permisos entregados con intenciones de obtener “réditos políticos”. Previo a ese corso, y a la creación de la primer comparsa en 1858, durante el Gobierno de Juan Manuel de Rosas, el carnaval había sido nuevamente prohibido el 22 de febrero de 1844. Las celebraciones se reanudaron recién en 1854, con Rosas fuera del poder. Pero el carnaval volvió muy reglamentado, se realizaban bailes públicos en diversos lugares, previo permiso de la policía. Había mucha vigilancia policial para prevenir los desmanes de las décadas anteriores.
Por otra parte existen en documentos referentes a la “Campaña al Desierto” menciones respecto al carnaval: Una nota del Diario La Nación, en 1972, revelaba el desvelo del Gobierno de la Provincia Y la Jefatura de Policía por el anuncio de una comparsa que se proponía representar la Expedición al Desierto. Las “súplicas” de la policía a los jóvenes de la comparsa hicieron que se desistiera del proyecto: “...Parece que la seriedad de la expedición al desierto iba a ser defendida, mejor que la frontera, en las calles de la ciudad y se temía una conflicto. En consecuencia, la comparsa “Expedición al Desierto” se ha disuelto; y queda allanada la cuestión de estado y el conflicto que tenía por base una broma de carnaval...” (Puccia: “historia del carnaval porteño”)
Durante el siglo XX existieron numerosas prohibiciones que lastimaron la historia y la tradición del carnaval porteño. La última y aún vigente prohibición es el decreto 21329/76, en el que se prohíben los feriados de carnaval y que actualmente sirve de excusa a numerosos gobiernos locales en distintas partes del país para prohibir corsos e impedir que se realicen festejos, y en algunos casos, ensayos de murgas en espacios públicos. Dicho decreto fue implementado en 1976, durante la última dictadura militar.
Los guardianes de Mugica en el corso del asentamiento 22 de enero en La Matanza
Murgas y comparsas, algunas diferencias
Entre finales del siglo XIX y las primeras décadas de 1900, los corsos alcanzaron su máxima popularidad, pero a partir de 1915 las comparsas comenzaron a desaparecer, dejando lugar las murgas, con características diferenciadas en el tipo de música y formas de manifestación, siendo más grotescas, críticas y picarescas. Por aquellos años, a principios de 1900 se daban los bailes de los conventillos, que eran legión en Buenos Aires, muchas veces terminando a tiros o puñaladas, pero la mayoría de ellas festejados con mucha alegría y camaradería.
A diferencia de las comparsas, las murgas apelan de modo desafiante al grotesco. Las comparsas en cambio tenían influencias europeas y eran bandas de músicos con alto dominio técnico y muchos coros e instrumentos. Las murgas también son el resultado de la mezcla de tradiciones que se dio con la gran inmigración. Antes las agrupaciones carnavalescas se fundaron en fuertes lazos étnicos, de clase y amistad. Con el tiempo se fueron organizando a partir del encuentro e intercambio vecinal de los barrios. Los carnavales fueron mantenidos como fiesta pública por entidades que se organizaron en función de lazos de vecindad y territorio, que es la forma que todavía se encuentra en nuestros días.
Actualmente las murgas y las comparsas, en Buenos Aires, se diferencias, no solo por la vestimenta, el estilo de baile, y los instrumentos de percusión (siendo el Bombo con platillo un instrumento particularmente de la murga porteña), sino también por la importancia del escenario desde donde se entonan canciones, se recitan glosas, y en algunos casos se realizan representaciones teatrales.
El movimiento Nacional de Murgas y la lucha por la recuperación del carnaval
Murgueros bailando en el Encuentro Nacional de Murgas en Suardi, Santa Fe
Durante los años 90, empezó a resurgir el carnaval, y reaparecieron las murgas, que fueron creciendo en los últimos 15años. A fines de los años 90 tuvieron lugar las primeras marchas por el feriado de carnaval.el crecimiento de estas movilizaciones como la multiplicación de las murgas, que se iban creando y reproduciendo cada año en los barrios generó los primero reconocimientos institucionales, lográndose que en 1997 sean reconocidas como “patrimonio cultural” en Buenos Aires, poco tiempo después se logró que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires destine parte de su presupuesto para dichos festejos. Pero no todo fue gratuito feliz: el feriado de carnaval aún no se ha logrado y el decreto 21329/76 sigue vigente. Además dicho presupuesto no fue administrado equitativamente y sirvió como herramienta de control y disciplinamiento a las murgas. El presupuesto llegó a cambio de reglamentaciones y exclusiones que la Agrupación M.U.R.G.A.S, en ese entonces la única organización existente aceptó sin cuestionamientos, excluyendo, en primer instancia a las murgas de provincia a participar de dichos festejos, luego, al seguir creciendo la cantidad de murgas, se crearon las evaluaciones para las cuales solos las murgas que logren el puntaje necesario, puedan seguir participando. Dichos reglamentos son siempre cuestionados y en muchas ocasiones difieren incluso de los documentos históricos sobre los festejos tradicionales de carnaval en los cuales dicen fundamentarse. Esto generó que distintas murgas se vayan abriendo de dicha organización y empiecen a juntarse con las murgas de la provincia o con otras murgas que el sistema de evaluaciones había excluido.
En diciembre de 2004, se empieza a gestar el primer circuito independiente de corsos en Gran Buenos Aires, que articulaba algunos corsos de la capital con muchos otros del conurbano, casi todos estos realizados por murgas de manera independiente, por fuera del circuito oficial de Capital Federal. Ese fue el principio del Movimiento de Murgas independientes de Gran Buenos Aires, que realizó su primer circuito independiente en el carnaval del 2005, año en el que empezaron a marchar de manera independiente reclamando el feriado de carnaval. A diferencia de la Agrupación M.U.R.G.A.S, que suelen marchar el martes de carnaval, las Murgas Independientes marchan el día lunes. Es importante aclarar que muchos de esos corsos independientes se venían realizando anteriormente y que en algunas partes del conurbano existieron algunas experiencias de agrupamiento independiente de murgas, una de ellas fue el MIO (Murgas Independientes del Oeste) que llegó a reunir a decenas de murgas de la zona oeste, casi todas ellas actualmente forman parte de Murgas Independientes.
Si bien se están intentando generar, y de hecho existen algunos canales de diálogo entre ambas organizaciones, algunas de las diferencias entre Murgas Independientes y la Agrupación M.U.R.G.A.S tienen que ver con la exigencia de Murgas Independientes de construir a nivel mas nacional (es decir no limitarse a la Capital Federal) y generar un carnaval que no excluya, además de privilegiar la libre expresión y el compromiso social por sobre intereses comerciales como la explotación del carnaval desde el turismo y su comercialización. Otros probelmas qeu solamente Murgas Independientes considera importantes son: la represión y prohibición de corsos en algunos partidos de conurbano; el hostigamiento a murgas independientes tanto en sus corsos como en ensayos; el enrejado de plazas en las que se realizan corsos durante el carnaval como ocurrió en la plaza 24 de septiembre cercana al Cid Campeador, donde hace años venia ensyando y realizando corsos la murga Cachengue y Sudor; y que muchas Murgas independientes en Capital Federal, tengan que esperar hasta marzo para poder realizar un corsos porque en su lugar de ensayo la prioridad la tienen corseros cuyos eventos tienen fines de lucro, entre otros.
Pero el estilo de Murga también fue expandiéndose por todo el país en los últimos años. Todos los años entre octubre y diciembre, se realizan dos encuentros a nivel nacional: uno de ellos en el pueblo de Suardi, en la provincia de Santa Fe, y el otro en el marco de la Marcha Carnavalera en La Plata. De esos encuentros surge el Movimiento Nacional de Murgas, del cual, además de Murgas Independientes de Gran Buenos Aires, reúne a numerosas murgas de distintos puntos del país (Mendoza, Santa Fe, Córdoba, Jujuy, entre muchas otras provincias).
Fuentes consultadas:

* Puccia, Enrique: “Breve historia del carnaval porteño”, en “Cuadernos de Buenos Aires No XLVI”, Municipalidad de la ciudad de Bs. As; 1974.
* Bajtin, Mijail: “La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento”, Ed. Alianza, Madrid, 1987.
* Foucault, Michel: “Los anormales”
* María Jones y María José Nacci: “Carnavales y Murgas Porteñas: antiguos y nuevos espacios de expresión urbana”
* Revista Todo es Historia: “El Carnaval en la Gran Aldea”, por Daniel Omar de Lucía, febrero de 1995; ilustraciones de publicidad del carnaval de 1872
* Martín A. Cagliani: “Historia del carnaval bonaerense”

Más información sobre la actualidad en www.murgargentina.com.ar

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Murgas Independientes
www.murgargentina.com.ar

Inscripcion Festival de Teatro

2º Encuentro de teatro
FELCO 2009


Convocatoria

El Festival Latinoamericano de la Clase Obrera (FELCO) convoca a los artistas de teatro (elencos, cooperativas, grupos, actores, actrices, escenógrafos, directores, autores, técnicos) y a estudiosos del teatro a participar del Encuentro a realizarse los días 9, 10, 11 y 12 de Abril en Vicente Lopez (Pcia. de Bs. As.).

El FELCO, que nació en 2004, lleva seis ediciones internacionales realizadas en Argentina, Bolivia, Brasil y Chile, y este será su segundo encuentro de artistas de teatro. Antes que un evento cultural, es un encuentro en el cual los realizadores muestran su obra y debaten con sus pares la situación política de sus países y del mundo, el lugar del arte como herramienta para colaborar en las luchas de los explotados y la organización de los artistas por sus reivindicaciones.

Un contexto explosivo
En la ciudad de Vicente Lopez, La cultura esta siendo atravesada por las intenciones del intendente García, el mismo es el que baja todas sus ideas de censura y estancamiento de proyectos. Te prohíben hacer eventos en espacios públicos, te quieren echar del rio si propones un encuentro (donde expresan que no cuentan con la seguridad para todos los que se acercan, pero si tienen 5 patrulleros a la orden para sacarte por la fuerza) prohíben las fiestas culturales que ellos no autoricen, todo inmerso en una de las mayores burocracias que tiene el conurbano. En este contexto nos declaramos libres, ya que nuestra intención es ser funcionales al pueblo, abrir canales de comunicación tanto social como laboral, para que la cultura este en manos de quienes la trabajan y la evolucionan y no guardada en un cajón de una secretaria.

Nuestro lugar como artistas
Nuestra actividad como artistas de teatro, al no estar escindida de la realidad social, no está exenta de los problemas que aquejan al conjunto de los habitantes del mundo.
Así como defendemos la independencia política de la clase obrera es imprescindible luchar por la del arte, que no debe ser un lujo para ricos, coleccionistas o de un sector pequeño de la población. El teatro está restringido en su circulación por la tendencia a la mercantilización producto del manejo con fines lucrativos de los espacios de exhibición y difusión. El fomento del teatro soporta la distribución arbitraria de los fondos y se ha llevado a las escuelas artísticas a un estado de ahogo financiero, desvalorización de títulos, vaciamiento curricular y debacle edilicia.

En este marco proponemos al conjunto de los artistas y estudiantes de teatro una lucha en contra del proceso de privatización de la cultura, por la democratización de los espacios de difusión, por la defensa de la educación artística y los centros culturales independientes. Invitamos a analizar, debatir y acortar la distancia entre la formidable producción teatral y el público de la clase obrera.

Requisitos de participación

a) Se podrá participar con obras de cualquier género y formato. Presentando carpeta del proyecto (integrantes, fotografías, sinopsis, DVD, contacto, etc.)
b) El FELCO es una construcción colectiva: se invita a los artistas que residan en Buenos Aires a designar un representante en la organización del Encuentro.
c) Inscripción abierta hasta el 31 de Marzo inclusive.
d) Se extiende invitación a las salas de teatro independiente.

Contacto e inscripción:
Trillados@gmail.com 4761 2358

Comisión Organizadora - FELCO teatro